Normalmente y en el “argot” eléctrico nos referimos a “Grupos Electrógenos” cuando hablamos de potencias superiores a 10kW y cuando hablamos de potencias inferiores nos referimos a nuestros equipos como “Generadores Eléctricos”.
El generador suele ser un elemento portátil y desplazable, mientras que el Grupo Electrógeno se entiende como un equipo de gran volumen y fijado a punto concreto.
Muy resumidamente es una máquina que convierte energía mecánica en energía eléctrica.
Normalmente funcionan con diésel, gasolina, propano y butano.
Sin ninguna duda son el motor mecánico y el alternador. Otras partes a destacar son el regulador de voltaje, el panel de control, el bastidor, el depósito de combustible y la batería.
Una de las primeras preguntas que debe plantearse antes de comprar un Grupo Electrógeno es el tiempo que va a usarse, pudiendo ser su uso esporádico (determinadas horas), uso continuo (largas jornadas) o uso automático (sin la presencia de ninguna persona a cargo del Grupo Electrógeno o Generador Eléctrico.
Normalmente es aquel para uso doméstico o profesional con funcionamiento a gasolina de 3.000 revoluciones por minuto (rpm). Su potencia suele oscilar entre los 1,8 y 9 kW.
Estos equipos se caracterizan por trabajar a bajas revoluciones 1.500 rpm, oscilando su potencia entre los 10kVA/1.500kVA. Pueden ser trifásicos o monofásicos además de abiertos o insonorizados.
Es un dispositivo que conectado a un grupo electrógeno arranca o para el grupo automáticamente, en función del suministro externo de la red eléctrica. Si hay un corte en el suministro, el grupo electrógeno arranca dando electricidad a los dispositivos conectados. Cuando el suministro eléctrico se repone el cuadro de conmutación ordenar al Grupo Electrógeno detenerse.
Es un dispositivo que conectado a nuestro grupo electrógeno nos permite su arranque y parada de forma remota.
Es muy importante conocer el consumo máximo de todos los dispositivos y motores que pueden estar conectados a nuestro grupo electrógeno al mismo tiempo.
Asimismo, deberemos saber si vamos a conectar dispositivos resistivos (con un consumo continuo) como por ejemplo la iluminación; o Inductivos que tiene un consumo variable y que necesitan un extra de potencia en el arranque.
Una vez calculada la potencia máxima que necesito, debemos añadir al menos un 20% a la suma obtenida, porque no es recomendable que los equipos trabajen forzados por encima del 80% de su carga.
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El voltaje puede sufrir oscilaciones que pueden provocar daños en los dispositivos conectados. Para evitar esto existen los reguladores o protectores de voltaje.